En medio de una nueva campaña para reforzar la disciplina dentro del Partido Comunista de China, el presidente Xi Jinping ha llevado a cabo una serie de cambios significativos en la cúpula militar, generando especulaciones sobre una “mayor purga militar en una década”. La destitución del ministro de Asuntos Exteriores y el nombramiento de una nueva cúpula en la unidad encargada del arsenal nuclear han llevado a analistas a cuestionar las verdaderas razones detrás de estas medidas.
Este movimiento inusual por parte de Xi Jinping ha llamado la atención, ya que el cambio simultáneo del comandante de una fuerza de combate y su jefe político es poco frecuente en el Partido Comunista Chino. La campaña contra la corrupción, que ha resultado en la purga de más de cinco millones de funcionarios de todos los niveles, ha sido una herramienta utilizada para eliminar a rivales políticos y limpiar la reputación del Partido.
En particular, el enfoque se ha centrado en la Fuerza de Misiles, una unidad del Ejército Popular de Liberación, que juega un papel crucial en la seguridad de los misiles nucleares estratégicos de China. El cambio en su cúpula ha suscitado preguntas sobre posibles redes de favores y divulgación de secretos oficiales que involucren a potencias extranjeras.
Conmemorando el 96⁰ aniversario de la fundación del EPL, los medios estatales han exhortado a “reforzar la gobernanza militar” en un momento de creciente inestabilidad e incertidumbre para la seguridad de China. La incertidumbre sobre la situación de una decena de funcionarios y exfuncionarios de la Fuerza de Misiles añade un elemento de misterio a esta purga militar.
Mientras se espera la evolución de esta campaña, la comunidad internacional observa atentamente las acciones del presidente chino y el impacto que tendrán en la estabilidad y la política dentro del país. La destitución de altos cargos, los cambios en la cúpula militar y las medidas anticorrupción indican un nuevo impulso para garantizar la lealtad absoluta al Partido y la consolidación del poder de Xi Jinping.
En definitiva, esta serie de acontecimientos ha desencadenado especulaciones sobre la verdadera motivación detrás de esta campaña de purga y su efecto en la política y el liderazgo de China en el ámbito nacional e internacional.