
Por Emiliano Chamorro Mendieta
La Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) reconoce que la única salida a la crisis que vive Nicaragua es a través de la vía electoral, pero de momento el proceso que se está llevando a cabo es rechazado por esta organización política.
Consideran que no hay garantías, y que las demandas de la población no están siendo escuchadas, como la liberación de los presos políticos, elecciones justas, transparentes y con observación internacional. Los comicios se realizarán el próximo 7 de noviembre.
La UNAB enfatizó en que en estos momentos el proceso electoral actual carece de «todo tipo de condición legal y constitucional que dé como resultado unas elecciones creíbles y legítimas, que devuelvan a la ciudadanía la esperanza de una nueva Nicaragua».
«La conformación actual del proceso electoral no garantiza de ninguna circunstancia que se respete la voluntad popular, de los derechos civiles y políticos de los nicaragüenses (…) Nosotros no podemos reconocer en estos momentos este proceso electoral como algo legítimo y vinculante cuando no cumple con los estándares mínimos», manifestó Alexa Zamora, miembro del Consejo Político de la UNAB.
Otros políticos agregaron que Ortega lo que busca con el proceso electoral «viciado» es consolidar «el fraude» que permitirá su permanencia en el poder. Ariel Sotelo, integrante de la UNAB, refirió que el proceso electoral previsto para el 7 de noviembre «no cuenta con las condiciones, porque se encamina al peor proceso electoral de nuestra historia».
Dirigentes encarcelados
En un poco más de un mes, la dictadura orquestó al detención de 26 opositores, entre ellos seis aspirantes presidenciales, tres exguerrilleros, dos líderes estudiantiles, y otros.
El precandidato oficial de la UNAB, Félix Maradiaga lleva un mes y cinco días secuestrado. Se presume está en la Dirección de Auxilio Judicial, Evaristo Vásquez, conocida como «El Nuevo Chipote» . Hasta el momento familiares y abogados no han podido verlo.