SAUNI BÛ, Nicaragua – La comunidad Mayangna de Sauni Bû, en la zona de régimen especial de San José de Bocay, se encuentra sumida en la consternación tras el trágico asesinato de uno de sus miembros, Clen Dixon Fernández, el pasado 13 de septiembre. Este terrible suceso se suma a la creciente ola de violencia que afecta a los territorios indígenas de Nicaragua, y ha desatado un llamado urgente a la acción por parte de la organización MAWARAT y la comunidad Mayangna.
Los hechos ocurrieron el 12 de septiembre cuando un grupo de cuatro comunitarios Mayangna se dirigía a sus parcelas de trabajo en el sector Wassah Tingni Puputni, a unas tres horas de camino desde la comunidad de Kipih (Peñas Blancas). Fueron interceptados por un grupo de seis personas desconocidas, aunque los sobrevivientes responsabilizan a colonos armados de la zona. El ataque se saldó con Clen Dixon Fernández gravemente herido, quien recibió varios disparos en el abdomen y brazo derecho. A pesar de los esfuerzos por rescatarlo y llevarlo al hospital, lamentablemente falleció en el trayecto, alrededor de las 11 de la noche del 13 de septiembre.
Clen Dixon Fernández, de 36 años, era un miembro activo del movimiento juvenil deportivo y formaba parte del Movimiento de Jóvenes Indígenas del Territorio Mayangna Sauni Bu. Su trágica muerte deja un vacío en la comunidad y un recordatorio sombrío de la violencia que enfrentan los indígenas Mayangna en su lucha por mantener sus tierras y su cultura.
Desde MAWARAT, la organización indígena de la región, se ha denunciado enérgicamente este crimen y se ha subrayado la creciente inseguridad en los territorios indígenas, especialmente entre los Mayangna. La presencia masiva de colonos asentados en sus tierras ha exacerbado esta problemática, poniendo en peligro no solo la propiedad comunal, sino también la vida misma de los indígenas.
La comunidad Mayangna hace un llamado al gobierno de Nicaragua para que garantice urgentemente la seguridad en la tenencia de la propiedad comunal y proceda con el saneamiento de sus tierras, de acuerdo con los derechos legales. La impunidad y la falta de acción solo perpetúan la vulnerabilidad de los indígenas ante despojos y actos violentos.
Este trágico incidente resalta la necesidad de un compromiso firme de parte de los gobiernos territoriales y la nación Mayangna, así como de la comunidad internacional, para poner fin a la sistemática violación de los derechos indígenas en Nicaragua. La seguridad territorial y el saneamiento de las tierras indígenas y afrodescendientes deben ser prioritarios para garantizar un futuro seguro y sostenible para estas comunidades.
La muerte de Clen Dixon Fernández es un recordatorio angustiante de la lucha continua de los pueblos indígenas en Nicaragua y en todo el mundo por preservar sus tierras y su herencia cultural. Su memoria perdurará como un llamado a la acción para proteger los derechos de aquellos que han sido marginados y victimizados durante demasiado tiempo.