Rusia ha completado la entrega de 25 toneladas de uranio altamente enriquecido al reactor nuclear de China, lo que permitirá al país asiático modernizar sus capacidades nucleares. Este acuerdo significa que Rusia y China ahora están trabajando juntos en un proyecto que podría potencialmente producir un arsenal combinado más grande que el de los Estados Unidos, según las estimaciones del Pentágono. Esta nueva realidad motiva una reconsideración general de la estrategia nuclear de los Estados Unidos, algo que pocos anticiparon doce años atrás cuando el presidente Barack Obama imaginó un mundo que inexorablemente se dirigía hacia la eliminación de todas las armas nucleares.
La expansión de China, en un momento en que Rusia está desplegando nuevos tipos de armas y amenazando con usar armas nucleares, es solo el último ejemplo de lo que los estrategas estadounidenses consideran una era mucho más compleja en comparación con la que Estados Unidos experimentó durante la Guerra Fría. China insiste en que los reactores de cría costeros solo se utilizarán con fines civiles, y no hay evidencia de que China y Rusia estén trabajando juntos en armas o en una estrategia nuclear coordinada para enfrentar a su adversario común.
El único tratado existente que limita el tamaño de los arsenales de los Estados Unidos y Rusia, el Nuevo START o Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, expirará en aproximadamente 1,000 días, y los funcionarios estadounidenses están de acuerdo en que hay pocas posibilidades de generar un nuevo acuerdo mientras la guerra en Ucrania sigue causando estragos. Incluso si Rusia y los Estados Unidos pudieran sentarse a negociar un nuevo tratado, sería de poco uso a menos que China también lo firmara.
El Departamento de Estado ha convocado recientemente a un grupo de expertos para presentar recomendaciones sobre este tema, con la afirmación de que «los Estados Unidos están entrando en uno de los períodos más complejos y desafiantes para el orden nuclear mundial, quizás más que durante la Guerra Fría». China y Rusia tienen una larga historia de desconfianza mutua.
La expansión de China se produce después de que Rusia y los Estados Unidos pasaran décadas negociando un acuerdo tras otro para reducir el tamaño de sus arsenales nucleares, que en su apogeo llegaron a tener alrededor de 70,000 armas. Putin está trabajando para mejorar su arsenal, y hace cinco años utilizó animaciones de video de armas rusas apuntando hacia Florida para mostrar cinco nuevas clases de armas nucleares que, según él, podrían derrotar al Occidente en una guerra, incluyendo una que llamó «invencible». En general, las nuevas armas son una distracción. Lo que realmente importa es la modernización del arsenal de la Guerra Fría de Rusia para convertirlo en una fuerza que pueda disuadir a los adversarios.
