Plan secreto revela la intención de Rusia de desestabilizar a Moldavia durante los próximos 10 años, según un documento obtenido y divulgado por un consorcio de medios. El documento, elaborado por el servicio de seguridad de Rusia, el FSB, establece opciones detalladas para desestabilizar Moldavia, incluido el apoyo a grupos prorrusos, la utilización de la Iglesia Ortodoxa y la amenaza de cortar el suministro de gas natural.
El plan parece estar diseñado para frustrar la inclinación de Moldavia hacia Occidente, que incluye relaciones más estrechas con la OTAN y una solicitud para unirse a la Unión Europea. El documento de cinco páginas está dividido en múltiples encabezados con objetivos a corto, mediano y largo plazo. Entre los objetivos inmediatos se encuentran el “apoyo a las fuerzas políticas moldavas que abogan por relaciones constructivas con la Federación Rusa” y la “neutralización de las iniciativas de la República de Moldova destinadas a eliminar la presencia militar rusa en Transnistria”.
El plan incluye hacer que Moldavia dependa de las importaciones de gas ruso y provocar conflictos sociales, además de tratar de bloquear los esfuerzos de Moldavia para ganar influencia en la región separatista prorrusa de Transnistria, donde están estacionados unos 1.500 soldados rusos. Rusia ha acusado a Ucrania de planear invadir y apoderarse de Transnistria, que limita con el suroeste de Ucrania.
Las autoridades moldavas arrestaron a varios presuntos activistas prorrusos, así como a un presunto miembro de la compañía militar privada Wagner que intentó ingresar al país. También ha habido varias protestas organizadas por un partido prorruso en la capital, Chisinau. Ucrania y Estados Unidos han advertido sobre los intentos de Rusia de desestabilizar a Moldavia y su región separatista de Transnistria.