Un nuevo buque de guerra de la Marina de los Estados Unidos ha sufrido una aparentemente desastrosa botadura en el astillero Fincantieri Marinette Marine en Wisconsin. Las dramáticas imágenes del evento muestran cómo la enorme ola que creó el barco al ser lanzado al agua impactó contra el remolcador que lo tiró, significativamente más pequeño. No está claro si el USS Cleveland chocó con el remolcador o si la fuerza del tirón en el agua fue tan grande que inclinó el barco peligrosamente hacia el otro lado.
El USS Cleveland es el último LCS (buque de combate litoral) clase Freedom de la Marina de los Estados Unidos y ha sido la decimosexta y última incorporación a esta flota. La botadura lateral, un antiguo método que implica el uso de un pequeño remolcador para tirar del barco más grande al agua con la ayuda de la gravedad, fue utilizada para el lanzamiento del USS Cleveland.
El incidente ha planteado serias dudas sobre los protocolos de seguridad y la eficacia del método de botadura lateral. Aunque no se sabe si hubo daños materiales o humanos, se espera que la Marina de los Estados Unidos realice una investigación exhaustiva para determinar las causas del accidente y prevenir futuros incidentes.
El profesor principal del Centro de Estudios Marítimos de la Universidad de Lincoln en el Britannia Royal Naval College Dartmouth, Mark Grove, ha declarado que aunque no pudo confirmar visualmente si el nuevo barco chocó contra el remolcador, «se ve muy cerca, y probablemente sea un poco demasiado cerca para su conveniencia». Grove también ha señalado que el método de botadura lateral se utiliza cuando no hay suficiente agua para que la embarcación zarpe.
Antes de la botadura del sábado, Carlos Del Toro, secretario de Marina, había declarado que el suceso «será un paso más cerca de unirse a nuestra flota, navegar en mar abierto, seguir defendiendo a nuestra nación y representar la fuerte conexión que nuestra Marina tiene con la ciudad de Cleveland». Sin embargo, el incidente ha sido un revés para la Marina de los Estados Unidos y ha planteado serias dudas sobre la seguridad y eficacia de los métodos utilizados en la botadura del USS Cleveland.