El presidente ruso, Vladimir Putin, ha anunciado en medios públicos un acuerdo con Bielorrusia para desplegar armas nucleares tácticas en su territorio, en la frontera con Ucrania. Esta noticia ha generado una nueva escalada de tensiones entre Rusia y Occidente, en medio del conflicto en Ucrania.
El anuncio fue hecho por Putin en una entrevista televisiva, en la que explicó que el despliegue de armas nucleares tácticas en Bielorrusia no viola las obligaciones de Rusia en materia de no proliferación nuclear. Además, Putin aseguró que Estados Unidos también ha emplazado armamento nuclear táctico en sus países aliados, como los de la OTAN en Europa.
Putin adelantó que a partir del 3 de abril se iniciará la instrucción de los militares bielorrusos y que el 1 de julio habrá concluido la construcción de un silo para emplazar dicho armamento en el vecino país. Además, afirmó que Moscú ya ha modernizado los aviones de la Fuerza Aérea bielorrusa para portar dichas armas.
El líder ruso también ha amenazado con usar obuses de uranio empobrecido si Ucrania los recibe de Occidente. Esta amenaza ha sido criticada por el alto representante de Política Exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, quien ha afirmado que el despliegue de armas nucleares tácticas de Rusia en Bielorrusia supone «otra escalada del conflicto».
Borrell también ha señalado que este anuncio es otra muestra de la colaboración del régimen dictatorial de Bielorrusia con Rusia. Esta colaboración ha sido objeto de críticas por parte de la comunidad internacional debido a la represión contra la oposición y los derechos humanos en Bielorrusia.
El detonante del anuncio de Putin ha sido la decisión del Reino Unido de suministrar al ejército ucraniano munición con uranio empobrecido, aunque Londres ha asegurado que no se trata de armamento nuclear. Este suministro ha sido interpretado por Rusia como una provocación y una amenaza a su seguridad.
El despliegue de armas nucleares tácticas en Bielorrusia ha generado una nueva escalada de tensiones en la región y ha sido criticado por la comunidad internacional. Estados Unidos y la UE han expresado su preocupación y han llamado a Rusia a desescalar la situación en Ucrania y a respetar la integridad territorial y la soberanía de los países vecinos.
En definitiva, el anuncio de Putin ha generado un clima de incertidumbre y preocupación en la región, y ha dejado claro que el conflicto en Ucrania está lejos de resolverse. La comunidad internacional sigue vigilante ante los movimientos de Rusia y ha llamado a la calma y a la negociación para evitar una escalada mayor de la situación.