En una entrevista exclusiva con Infobae, Ricardo Pérez Manrique, presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), expresó su preocupación por la consolidación de la situación de violación de derechos humanos en Nicaragua. Tras el desacato de la dictadura de Daniel Ortega al incumplir las sentencias, Pérez Manrique señaló que es responsabilidad de los países realizar un seguimiento y enviar señales de repudio a los ataques que se cometen.
El presidente de la CorteIDH hizo hincapié en la importancia de que los estados asuman una posición política clara en relación a este tema. Durante la Asamblea General de la OEA, se discutió una declaración sobre la dictadura de Ortega, aunque algunos cambios suavizaron el texto original. A pesar del aislamiento político que enfrenta Nicaragua, Pérez Manrique instó a los países miembros de la OEA a buscar soluciones y establecer protocolos para evitar nuevas violaciones a los derechos humanos.
En la entrevista, Pérez Manrique también abordó el creciente autoritarismo en la región y cómo se utiliza el temor a la inseguridad para socavar las libertades individuales. Destacó la importancia de que las políticas de seguridad se lleven a cabo dentro del marco del estado de derecho, para evitar que el discurso de la seguridad se convierta en un caldo de cultivo para el autoritarismo.
El presidente de la CorteIDH señaló que, si bien puede haber aspectos a ajustar en la Convención Americana de Derechos Humanos, es necesario mantener un consenso en los cambios propuestos y evitar saltos al vacío que pongan en peligro los logros alcanzados hasta ahora.
En cuanto a la situación de Venezuela, Pérez Manrique expresó que es importante que los estados no abandonen el sistema interamericano y que se promueva la ratificación y adhesión a la Convención Americana. Aunque no se refirió específicamente al regreso de Venezuela al sistema, enfatizó la importancia de que más países integren y respeten la convención.
En resumen, la entrevista con el presidente de la Corte Interamericana destaca la preocupación por la violación de derechos humanos en Nicaragua, la importancia de la posición política de los países miembros de la OEA y la necesidad de abordar el creciente autoritarismo en la región sin comprometer los derechos fundamentales. Además, se destaca la importancia de mantener un consenso en los posibles cambios a la Convención Americana y la relevancia de que los estados no abandonen el sistema interamericano.