Emiliano Chamorro Mendieta

Este domingo 6 de noviembre se estarán llevando a cabo por disposición constitucional las votaciones municipales para elegir alcaldes, vicealcaldes y concejales en los 153 municipios de Nicaragua. Sin embargo, para los críticos y opositores al régimen de Daniel Ortega, será otro proceso electoral sin credibilidad ni transparencia, sin partidos rivales y en el contexto más oscuro de la historia reciente del país.
Catorce partidos participan en los cuestionados comicios, nueve de estos van en alianza con el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que encabeza Ortega; los demás son considerados por los críticos «partidos colaboracionistas», que no tienen oportunidad de ganar frente al control del régimen sandinista en toda la estructura electoral.

Cada partido o alianza de partidos debió presentar al menos 300 candidatos para las alcaldías y vicealcaldías y 5,770 nombres para las concejalías, a excepción de los partidos regionales que solo compiten en los municipios de las regiones del Caribe.
Desde que Ortega regresó al poder en 2007, los procesos electorales se han caracterizado por las numerosas irregularidades, la falta de transparencia electoral, la violencia política y el control del FSLN en toda la estructura electoral.
Farsa electoral
La organización opositora Unión Democrática Renovadora (Unamos) reafirmó a pocas horas del día de la votación, mediante un comunicado, que «las elecciones municipale son una farsa» y «las personas candidatas a alcaldes del FSLN, son designados unilateralmente por Ortega y su esposa y cogobernante, Rosario Murillo».

El organismo de observación electoral Urnas Abiertas reportó en la víspera de las votaciones, que «la jornada previa de las elecciones municipales en Nicaragua está marcada por una serie de denuncias de coacción del voto, violencia política contra la población opositora, noticias falsas para provocar que la ciudadanía vote a través del miedo, incertidumbre en municipios que planean defender el voto y un profundo desinterés ciudadano en los comicios, provocado por la desconfianza en la autoridad electoral».
Urnas también apuntó que «a pesar de los 31.1 millones de dólares que costará al país estas elecciones municipales, no se evidencia un ambiente electoral por el notorio silencio que hubo durante los 20 días de campaña».
Además, constató a través de la publicación definitiva realizada en La Gaceta el día 22 de septiembre, que del total de las 135 alcaldías ganadas por el FSLN en 2017, este año apuestan por repetir a 98 alcaldes y alcaldesas, entre estos los sancionados Leonidas Nicolás Centeno Rivera, alcalde del municipio de Jinotega; Francisco Ramón Valenzuela Blandón, alcalde del municipio de Estelí y Sadrach Zeledón Rocha, alcalde sandinista del municipio de Matagalpa, sancionados por Estados Unidos y en sus cargos desde 2008.
También repite por primera vez la alcaldesa de Managua, Reyna Rueda; el alcalde de Nagarote, Juan Gabriel Hernández, que va por su cuarto período; el alcalde de Tipitapa, César Francisco Vásquez Valle, quien había sido alcalde en 2004, así que es su cuarta candidatura a la reelección (2000-2004, 2004-2009, 2009-2013, 2013-2018, 2018-2022).
En el municipio de Diriamba, después de la muerte del alcalde Fernando Baltonado Velásquez el pasado 22 de agosto de 2022 en un dudoso suicidio; el FSLN le otorgó la comuna a su hijo, Harold Antonio Baltonado Cruz, quien ahora compite para alcalde oficialmente.
En el municipio de San Pedro de Lovago, el alcalde Humberto González Moreno que ganó en 2017 con el partido cancelado Ciudadanos por la Libertad (CxL) ahora participa por el FSLN.
En los departamentos de Managua y Jinotega todas las alcaldías ganadas por el FSLN en 2017 vuelven a presentar a los mismos alcaldes para la reelección, por otra parte los departamentos con mayores cambios fueron las dos Regiones Autónomas de la Costa Caribe y Rivas.
Urnas Abiertas también detalló en sus últimos reportes que al menos 41 alcaldes y alcaldesas que llevan al frente de la comuna tres períodos consecutivos, van por la reelección, por lo que se prevé que estén al frente cinco años más.
«La continuidad de estos en el poder local no es casualidad, apoyaron a Ortega en 2009 cuando interpuso el recurso de amparo ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y se consiguió la reelección indefinida», valoró el organismo electoral.
Las votaciones municipales de este año se dan en un contexto de persecución de opositores, con más de 200 personas presas por oponerse o criticar al régimen sandinista y con miles de personas exiliadas por las amenazas de detención, entre los que hay jóvenes, universitarios, periodistas, exfuncionarios, sacerdotes, médicos, abogados defensores de derechos humanos y otros profesionales que cuestionaron al régimen de Ortega.
Todavía a pocas horas de las votaciones, Urnas Abiertas sigue reportando detenciones de opositores en diferentes partes del país, pero oculta su identidad y procedencia por motivos de seguridad.