El obispo auxiliar de la Diócesis de Managua en el exilio, monseñor Silvio Báez insistió, durante su homilía de este domingo, en que los que realmente creen en Dios luchan contra las «fuerzas egoístas” que desintegran a la sociedad y la esclavizan e instó a los creyentes a seguir el ejemplo de unidad de la “santísima trinidad”.
El obispo Báez predicó que “quienes creemos que Dios es una relación de amor, luchamos contra las fuerzas egoístas que desintegran nuestro corazón y esclavizan nuestra vida”.
Agregó que cuando existe la convicción de que Dios es una relación de amor “no nos sentimos superiores a nadie, no nos imponemos por la fuerza, intentamos buscar siempre el diálogo, ofrecemos oportunidades, sabemos delegar y trabajar en equipo y respetamos los derechos y la dignidad de los otros”.
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El obispo señaló que los creyentes deben seguir el ejemplo de unidad y amor que existe entre El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo, que conforman la Santísima Trinidad y recordó que en esa unidad que en esta una relación de amor “no hay ninguna confusión, división ni separación”.
“Cuando creemos que Dios es una relación de amor somos generosos, nos damos con alegría, sin envidia ni celos y buscamos en todo el bien y la felicidad de los demás”, dijo el líder religioso, insistiendo en la unidad de la iglesia y de sus feligreses.
En ese sentido, Monseñor Báez destacó que el misterio de la Santísima Trinidad “nos revela que cuando nos damos en el amor nunca nos empobrecemos; al contrario, solo amando es que vamos logrando nuestra madurez y alcanzando nuestra propia identidad”.
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“Dios es comunión de amor, los individuos y las instituciones nos esforzamos por superar toda lógica de dominio y de opresión, cultivamos la tolerancia y el diálogo sincero, buscamos el bien común de toda la sociedad y luchamos contra toda desigualdad y discriminación”, dijo en su homilía e obispo auxiliar de Managua desde su exilio en EE.UU.
Báez destacó que para un creyente, la fe en Dios, que es amor, impide ejercer el poder en forma totalitaria e imponer un sistema de pensamiento único.
“Cuando creemos que Dios es comunión de amor luchamos por implementar en la sociedad las bases de una cultura no de la contraposición, que por principio busca destruir al adversario, sino la de la comunión, construida con la inclusión de todos, el respeto de todos y la participación de todos”, finalizó el obispo.
