El Ministerio de Relaciones Exteriores del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha retirado el plácet al embajador de la Unión Europea en Managua, Fernando Ponz, en medio de una condena internacional por la represión a las protestas sociales de 2018. La decisión se produce horas después de que la UE emitiera una declaración lamentando la falta de democracia en Nicaragua y su disposición a apoyar una solución pacífica y negociada de la crisis política.
La declaración de la UE se produce en el quinto aniversario de las protestas de 2018, en las que miles de ciudadanos nicaragüenses salieron a la calle para demandar derechos humanos y el retorno de la democracia. En vez de ser escuchados, la población del país centroamericano ha enfrentado una represión sistemática, según el comunicado oficial de Bruselas.
La respuesta oficial de Nicaragua a la declaración de la UE ha sido cargada de adjetivos contra Europa, a la que han tildado de «potencia avasalladora». La nota, firmada por el canciller Denis Moncada Colindres, se titula «Nuestra Victoria es la paz» y tiene un tono acorde con la propuesta de la pareja presidencial de declarar el 19 de abril como Día Nacional de la Paz, en un intento de borrar la memoria de la masacre cometida por policías y paramilitares en 2018.
La retirada del plácet del embajador europeo parece ser una réplica del pulso que mantuvo el régimen Ortega-Murillo con Bruselas el año pasado, cuando ordenó la expulsión de la entonces embajadora de la UE, Bettina Muscheidt, tras ser declarada persona non grata por una supuesta «injerencia en la soberanía nacional». La tensa relación diplomática entre Managua y la UE ha llevado al Parlamento comunitario a sancionar a funcionarios del régimen sandinista y a exigir la liberación del obispo Rolando Álvarez y los presos políticos.
La retirada del plácet del embajador de la UE por parte de Nicaragua ha aumentado la tensión en las relaciones diplomáticas entre ambas partes. Mientras tanto, la comunidad internacional sigue condenando la represión en Nicaragua y exigiendo el regreso de la democracia en el país centroamericano.