El Gobierno de Nicaragua ha ordenado el cierre de Cáritas Diocesianas de León, el brazo social de la Iglesia Católica en el país, que tenía estatus legal desde 2014. Esta decisión se suma a la lista de cientos de organizaciones no gubernamentales cerradas en los últimos meses, lo que marca una nueva brecha entre el Gobierno y la Iglesia Católica.
Según consta en ‘La Gaceta’, se ordena a la Dirección General de Registro y Control de Organismos sin fines de lucro del Ministerio de Gobernación proceder a la cancelación del registro y número perpetuo asignado a la Asociación Cáritas Diocesianas de León. La organización solicitó la «disolución voluntaria» de su personalidad jurídica «mediante acta» después de una reunión de sus miembros celebrada el pasado 31 de diciembre, alegando «disminución de fondos».
La suspensión de las relaciones diplomáticas entre Nicaragua y la Santa Sede en marzo, después de que el papa Francisco calificara de «dictadura grosera» y «dictadura hitleriana» al régimen sandinista, y la condena de un obispo nicaragüense a 26 años y cuatro meses de prisión, ha generado tensiones entre el Gobierno y la Iglesia Católica. Tras ello, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha afirmado que la Iglesia Católica es una «mafia».
Esta decisión del Gobierno de Nicaragua de cerrar Cáritas Diocesianas de León ha generado preocupación entre los defensores de los derechos humanos y la libertad de expresión en el país, que denuncian la continua violación de los derechos fundamentales. La cancelación de registro de la organización es un paso más en la lucha del Gobierno de Nicaragua contra las organizaciones no gubernamentales y la Iglesia Católica en el país.