El reciente anuncio del cardenal, Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, de que el dialogo con la dictadura Ortega Murillo debe continuar, trae desde ya ya, según una fuente eclesiástica que hablo con Portavoz, algunos objetivos politicos.
“Claro está gobierno de Ortega si busca un salvavidas que le permita un canal de diálogo y de esta manera buscar espacios de credibilidad ante la comunidad internacional”, sostiene la fuente.


Sin embargo, La fuente cree que el sacrificado ”por los arreglos” entre la iglesia local, el Vaticano y la dictadura, será el obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Alvarez, quien cumple 3 meses de arresto domiciliar, dado que la dictadura lo ha señalado de organizar grupos terroristas.
“Asi como monseñor SIlvio Baez fue un obstáculo para la dictadura por denunciar las injusticias; ahora también lo ven en monseñor Rolando Álvarez, quien será sacrificado ante esta nueva jugada organizada por la dictadura y que la iglesia lo permitirá”, expresa la fuente eclesiástica.
Dos dias antes de viajar a Roma, donde se encuentra actualmente el cardenal Brenes, visitó a monseñor Alvarez, en compañia del vicario judicial de la Arquidiócesis de Managua, el sacerdote Julio Arana, un cura muy cercano a los magistrados sandinistas de la Corte Suprema de Justicia, institución que domina totalmente la dictadura orteguista.