Obispo Álvarez afirma que el amor persiste pese a confrontaciones, descalificaciones, calumnias y difamaciones por que «el pueblo cree y sigue creyendo en la capacidad del perdón, de la memoria histórica, de la no repetición y de la reparación al daño causado».
Por Emiliano Chamorro Mendieta
«Los nicaragüenses saben distinguir el gato de la liebre, y quien habla con sensatez y verdad», manifestó este domingo en su homilía monseñor Rolando Álvarez destacando que es de esa manera que Dios muestra su amor hacía los nicaragüense.
El obispo de la Diócesis de Matagalpa agregó que Dios ama a Nicaragua en medio del «desierto en el que vivimos», y en un contexto de incertidumbre donde se acercan las elecciones generales y el régimen de Daniel Ortega no muestra voluntad de realizar reformas al sistema electoral, y la oposición no concreta la demandada unidad.
También indicó que el amor persiste pese a confrontaciones, descalificaciones, calumnias y difamaciones por que «el pueblo cree y sigue creyendo en la capacidad del perdón, de la memoria histórica, de la no repetición y de la reparación al daño causado», añadió.

«Dios que nos ama es en quien ponemos toda nuestra esperanza y confianza por que la esperanza no defrauda», manifestó.
A juicio del religioso el amor del creador (Dios) está demostrado «cuando se trabaja en tiempos mejores buscando como construir una nueva Nicaragua, cuando hay quienes creen en esta nueva Nicaragua, y que esta nueva Nicaragua es posible, creen en ella y con altura, con dignidad, con profesionalidad, con respeto, con sencillez y claridad proponen sus ideas».

Además cuando el pueblo espera con calma y serenidad el momento de las grandes decisiones, también se refleja el amor del omnipotente, aseveró el obispo de la Diócesis de Matagalpa.