El obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, monseñor Rolando Álvarez, llamó a los católicos nicaragüenses a no dejarse provocar por “el maligno” y no responder al mal con mal sino convertirse en instrumento de paz.
Durante la misa dominical en este día de Pentecostés, el líder religioso predicó que los creyentes no deben caer en provocaciones, sino que “ahí cuando haya una persona violenta, una persona agitada, ofensiva, ahí es donde tengo que manifestar la paz que el señor nos da”.
Asimismo, insistió que en momentos de provocaciones debe prevalecer “la paz del resucitado”, para no responder con la misma moneda “para no responder al mal con el mal porque así lo que se hace es darle más fuerza al mal”.
El obispo Álvarez enseñó en su homilía que cuando al mal se le responde con el bien, el mal se debilita. “Cuando soy agredido con las palabras ofensivas de otro, de otra, y yo respondo con las palabras de amor de Dios, ahí estoy siendo portador de paz. Ahí estoy construyendo no sola paz personal, matrimonial, familiar, social, sino la paz comunitaria”, recalcó.

El obispo matagalpino ha sido blanco de constantes asedios por parte de paramilitares y policías, según el propio religioso ha denunciado. El último hecho se registró el pasado 19 de mayo cuando patrullas policiales lo persiguieron durante todo un día mientras hacia gestiones propias de su trabajo.
Álvarez se vio obligado a refugiarse en la algesia Cristo Santo, de Las Colinas en Managua y se declaró en ayuno y oración como una forma de protesta ante el asedio. Luego, la Curia Episcopal de Matagalpa fue rodeada por la Policía Orteguista.
Le puede interesas: Organizaciones opositoras condenan represión ejecutada por la dictadura Ortega-Murillo contra la Iglesia Católica
Pidió a los católicos convencerse de la urgencia y la necesidad que “todos tenemos de ser instrumento de la paz del señor”.
Asimismo, el líder católico pidió por la paz de Nicaragua y a los feligreses les instó a no perder la esperanza a pesar de las dificultades que se viven.
«En medio de tanta convulsión que hay en el mundo, en medio de tantos conflictos, de tantas situaciones tristes, dolorosas, lamentables. Situaciones que pudieran hacernos ver oscuro el horizonte, que podrían de pronto hacernos decaer en la esperanza, pensando que el mal prevalece sobre el bien, pensando que ya no es posible encontrar una solución, hoy el señor nos desea la paz», predicó el obispo Álvarez.
El religioso hizo un llamado a los fieles de la Iglesia a “aportar un granito de arena” para lograr la paz en Nicaragua, y no esperar que sean otros quienes la promuevan.
ESPERAR EL MOMENTO OPORTUNO PARA DECIR LA VERDAD
La Iglesia Católica de Nicaragua está siendo víctima en las últimas semanas de una escalada represiva de parte de la Dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. La ola de ataques incluye desde asedios y persecuciones policiales y paramilitares contra sacerdotes hasta el cerco a templos que han impedido a las católicas poder asistir a misa.
Ante tales ataques, la Conferencia Episcola de Nicaragua (CEN) ha mostrado sienta timidez a la hora de denunciar. Algunos analistas han señalado que no es común el silencio o respuesta tardía que ha mostrado la CEN durante los últimos ataques a la institución religiosa.
Le puede interesar: Ortega admite pugnas y habla por primera vez de relevo dentro del FSLN
Este domingo, durante su sermón el obispo Álvarez dio cierta luz al respecto al decir que en aras del bien común muchas veces “es necesario callar, guardar silencio, y esperar el momento preciso para decir la verdad, siempre, pero la verdad con claridad y caridad, para ser humilde, para bajar las tensiones. Eso es lo que necesitamos en la iglesia doméstica y en nuestras comunidades”.