Dos excandidatos presidenciales de Nicaragua, Félix Maradiaga y Juan Sebastián Chamorro, comparecieron ante dos subcomités de la Cámara de Representantes estadounidense para solicitar mayor presión contra el régimen de Daniel Ortega.
En la sesión conjunta de los subcomités del Hemisferio Oeste y de Salud Global, Derechos Humanos y Organizaciones Internacionales de la Cámara Baja, Maradiaga parafraseó su propio testimonio de 2019 ante el Congreso estadounidense. «Ortega constituye un claro peligro no solo para la gente de Nicaragua, sino también para el hemisferio. Es una reliquia de la Guerra Fría y encarna un legado de opresión contra la humanidad».
Maradiaga, quien pasó 611 días en prisión, lamentó que, pese a todos los esfuerzos de la comunidad internacional, el gobierno de Ortega «solo se haya vuelto más despiadado» y que sus vínculos con China, Irán y Rusia sean «más fuertes». Él y Chamorro fueron excarcelados y expulsados a Estados Unidos el pasado 9 de febrero junto a otros 220 presos políticos nicaragüenses.
El Ejecutivo de Managua les retiró la nacionalidad y desde entonces parte de su lucha se ha centrado en denunciar los ataques a los derechos humanos en su país. «A lo largo de mi vida he aprendido a través de una experiencia personal dolorosa que las dictaduras no se pueden desmantelar con métodos tímidos. Es hora de pasar a una nueva etapa de mayor presión donde todas las herramientas de la diplomacia se utilicen con todo su poder, incluido el cierre de canales financieros directos», dijo Maradiaga.
Chamorro añadió que la ayuda de Washington será crucial. «Muchos de nosotros pagamos con nuestra libertad la resistencia contra la tiranía y opresión. Necesitamos que la comunidad internacional nos ayude a los nicaragüenses en nuestra lucha. Es fundamental mantener la presión contra los responsables de delitos, muertes y abusos», sostuvo. En su opinión, «la justicia prevalecerá», pero solo si hay una «fuerza unida» y si reciben el apoyo necesario «para el resto de este viaje».
Ambos excandidatos pidieron que se les amplíe la protección otorgada por la Casa Blanca, que les permite permanecer en el país dos años, y que se les permita solicitar asilo. También solicitaron la liberación del resto de presos políticos, como el obispo Rolando Álvarez.
El presidente del subcomité de Salud Global, Derechos Humanos y Organizaciones Internacionales, el congresista republicano Chris Smith, recalcó que la sesión de este miércoles refleja el apoyo de EE.UU. al país y a los exreos. La legisladora republicana María Elvira Salazar, de origen cubano, se mostró aún más categórica: «Le haría muy bien a usted, dictador Ortega, dejar el poder. Los Estados Unidos no tolerarán que la opresión y la violencia se extiendan en América Latina. Estamos aquí para defender los derechos humanos y la democracia». Por su parte, el presidente del subcomité del Hemisferio Oeste, Albio Sires, expresó que los Estados Unidos continuarán trabajando con los aliados regionales y la comunidad internacional para apoyar al pueblo nicaragüense en su lucha por la libertad y la justicia.
La sesión finalizó con un llamado a la acción por parte de los congresistas presentes, quienes afirmaron que continuarán trabajando para presionar al régimen de Ortega y defender los derechos humanos en Nicaragua. «No podemos permitir que la tiranía y la opresión sigan prevaleciendo en nuestro hemisferio. Debemos unirnos para luchar contra la injusticia y defender la libertad», concluyó el congresista Smith.
