China se encuentra en una carrera por convertirse en la potencia hegemónica del mundo, desafiando la actual dominación de Estados Unidos. Con un enfoque en la tecnología y la innovación, China está superando a los Estados Unidos en campos clave como la inteligencia artificial y la computación cuántica. También está a la vanguardia en investigación científica y controla un mercado importante de materias primas necesarias para la transición energética. Además, el programa espacial de China ha demostrado su capacidad para aterrizar un rover en Marte en el primer intento y está avanzando en la fusión nuclear, con planes de conectar una central de este tipo a la red eléctrica en 2035.
Sin embargo, China enfrenta importantes desafíos internos, como la disminución de la población y la pérdida de su posición como principal fábrica del mundo, lo que podría obstaculizar su camino hacia la supremacía global. Además, el conflicto con Taiwán sigue siendo un punto de tensión con los Estados Unidos y su objetivo de tener un ejército moderno y capaz de luchar contra cualquier rival en 2035 aún está lejos de cumplirse.
A pesar de estos desafíos, los expertos creen que China tiene el potencial de convertirse en una fuerza imparable en este siglo y de imponer su visión política y económica en el mundo. Esto plantea serias preocupaciones dado que China es un gobierno autoritario que considera los derechos humanos una amenaza existencial y que impone sobre sus ciudadanos la opresión más brutal que se haya visto en el país en décadas, según Human Rights Watch.
La serie «Control Z» explora cómo serán los próximos 50 años en los que China se convertirá en la potencia hegemónica del mundo y qué podemos hacer para evitar su dominio. Es importante que los líderes políticos y empresariales en todo el mundo tomen medidas para proteger los intereses de sus países y ciudadanos, al mismo tiempo que promueven los valores democráticos y los derechos humanos. Además, deben trabajar juntos para abordar los desafíos globales, como el cambio climático y la pandemia de COVID-19, sin ceder ante la influencia china.
En resumen, China está avanzando rápidamente hacia la supremacía global en campos clave como la tecnología y la investigación científica, pero aún enfrenta importantes desafíos internos. A medida que China se esfuerza por convertirse en la nueva potencia hegemónica del mundo, es importante que los líderes políticos y empresariales en todo el mundo trabajen juntos para proteger los intereses de sus países y ciudadanos, mientras promueven los valores democráticos y los derechos humanos.
