Japón, el Reino Unido e Italia están uniendo fuerzas para desarrollar un avión de combate de nueva generación que supere las capacidades de los aviones de quinta generación más avanzados, como el F-35 de fabricación estadounidense. El proyecto, denominado Programa Aéreo de Combate Global, está siendo liderado por una empresa conjunta formada por Mitsubishi Heavy Industries, BAE Systems y Leonardo.
El objetivo es tener un diseño básico para el caza de nueva generación desarrollado conjuntamente para el año 2024. Los diseños detallados podrían estar listos para el año 2025, seguidos de pruebas de vuelo.
El proyecto requerirá una inversión significativa, con un coste estimado de más de 25.000 millones de libras (30.200 millones de dólares) en los próximos 10 años. El Reino Unido ha anunciado que invertirá 10.000 millones de libras en el proyecto, mientras que Japón y Gran Bretaña se harán cargo de la mayor parte de los costes de desarrollo y Italia asumirá una quinta parte del total.
El ministro japonés de Defensa, Yasukazu Hamada, ha calificado el proyecto de “piedra angular de una amplia cooperación para las generaciones venideras”. El proyecto busca fusionar lo mejor de todas las tecnologías y satisfacer las exigencias de todas las partes en cuanto a alcance, tamaño, sistemas de armamento, prestaciones furtivas y otras especificaciones.
Además, las empresas colaboradoras, como Mitsubishi Electric, Leonardo y la rama británica de Leonardo, trabajarán juntas para desarrollar un sistema de comunicaciones que integre y procese la información procedente de aviones tripulados y no tripulados y transmita al piloto información sobre aviones y misiles enemigos.
Este proyecto marca un cambio importante para Japón, que ha optado por recibir asistencia técnica de Lockheed Martin en el pasado, pero ahora está trabajando con socios del Reino Unido e Italia. Aunque las Fuerzas de Autodefensa de Japón ya utilizan los cazas F-35 de Lockheed, muchos de los aspectos del diseño del avión furtivo se mantienen en secreto para Japón, lo que limita su capacidad de reparar los aviones en el país.
El proyecto del Programa Aéreo de Combate Global representa una oportunidad para que estos tres países trabajen juntos en la investigación y el desarrollo de tecnología avanzada de defensa. Si se alcanzan con éxito los objetivos de este proyecto, se podría establecer un nuevo estándar en la industria de la aviación militar y garantizar la seguridad de estos países durante décadas.