La Organización de Estados Americanos (OEA) está a la espera de un informe jurídico externo para determinar si su secretario general, Luis Almagro, violó las normas al mantener una relación sentimental con una funcionaria. Según varios académicos, existen varios caminos legales para que la falta de Almagro derive en su destitución.
La firma Miller & Chevalier Chartered, un bufete de abogados con sede en Washington (EEUU), fue contratada por la propia OEA para investigar si Luis Almagro violó las normas de la institución al mantener una relación sentimental con una funcionaria. Se espera que en los próximos días se conozcan los resultados del informe que determinará si el alto funcionario incurrió en violaciones al código de ética de la organización.
La investigación también buscará determinar si la funcionaria recibió un trato preferencial por su vínculo personal con el secretario general, quien lidera la OEA desde 2015. Además, se aclarará si Almagro despidió inadecuadamente a una exempleada doméstica que trabajaba en la residencia oficial de la OEA y que fue agredida por su exesposa.
Según los reglamentos internos de la OEA, si se mantiene una relación íntima entre miembros del personal, ninguna de las partes puede supervisar, evaluar o tomar alguna decisión administrativa sobre la otra.
Una vez que el informe sea presentado ante el Consejo Permanente de la OEA, los países miembros deberán pronunciarse y tomar medidas ante los hallazgos presentados por el bufete estadounidense.
El Consejo de la OEA deberá elevar a la Asamblea General una propuesta de sanción. Un estudio realizado por académicos del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) proyecta que la medida contra Almagro puede ir desde «la pérdida de beneficios, indemnizaciones, correcciones de funcionamiento, hasta la destitución del secretario general».
Según los expertos, la OEA cuenta con varias vías legales para destituir a su secretario general. La más directa sería a través de una votación en la Asamblea General, que requeriría el apoyo de 23 países, es decir, dos tercios de los votos totales. Otra opción legal para remover a Almagro del cargo es establecer «mecanismos de modificación normativa», tanto desde la Asamblea General como del Consejo Permanente, para demostrar en términos jurídicos una actuación abusiva del funcionario, según el centro de estudios, o proponer instrumentos de investigación que se incorporen a las normas que pesan sobre la Secretaría General.
Aunque lo consideran menos probable, los académicos también contemplan que el diplomático renuncie como resultado de un proceso de presión política en el que, por ejemplo, los estados miembros de la OEA pidan la salida del secretario a cambio de permanecer en la organización.
En resumen, la OEA está a la espera de un informe jurídico externo que determinará si Luis Almagro violó las normas al mantener una relación sentimental con una funcionaria, y exploran diversos caminos para su sustitución.