El gobierno de Estados Unidos convocó a una reunión a puerta cerrada del Consejo de Supervisión de la Estabilidad Financiera (FSOC) para abordar la crisis bancaria que ha afectado al sector, luego del cierre del Silicon Valley Bank hace dos semanas. La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, encabezó la reunión junto a los jefes de la Reserva Federal (Fed), la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC) y la Comisión del Mercado de Valores (SEC), entre otros reguladores financieros.
La reunión se produce en un momento en que el temor a un contagio bancario mundial ha vuelto a provocar una fuerte caída de las acciones de los bancos, especialmente en Europa, donde el Deutsche Bank cayó un 15% y se negoció por debajo de 8 euros por primera vez en cinco meses en la Bolsa de Fráncfort. Otros bancos europeos también cayeron con fuerza, como el Commerzbank (-5,5%) y el Societe Generale (-6,1%) y UBS un 3,6 por ciento.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, había intentado calmar los mercados el jueves al declarar que estaba dispuesta a repetir las medidas adoptadas por las quiebras de Silicon Valley y Signature Bank para salvaguardar los depósitos bancarios no asegurados, y aseguró a los legisladores que estaba preparada para tomar medidas adicionales sobre los depósitos.
Los reguladores financieros de Estados Unidos se han visto presionados para ofrecer una mayor claridad sobre su disposición a garantizar los depósitos bancarios no asegurados a raíz del colapso de Silicon Valley Bank, que se vio afectado por el éxodo repentino de dichos fondos. La reunión de este viernes convocó a un grupo mucho más amplio de reguladores, incluidos los jefes de la Oficina del Contralor de la Moneda, que regula los bancos nacionales y las asociaciones federales de ahorro, así como de la SEC, la Administración Nacional de Cooperativas de Crédito y otras agencias.
La reunión tenía como objetivo retomar la iniciativa en la supervisión y control de riesgos de las entidades bancarias en problemas, y buscar calmar los mercados y disipar las preocupaciones de los depositantes. La adopción de medidas para invocar «excepciones de riesgo sistémico» también se ha mencionado como una posible solución a la crisis bancaria.