Varias organizaciones de nicaragüenses exiliados en Costa Rica llaman a salir a las calles el próximo 7 de noviembre por las elecciones generales de Nicaragua, en la cual el dictador Daniel Ortega busca su tercera relección y su cuarto mandato de forma consecutiva para seguir reprimiendo al pueblo.
Jimmy Guevara, miembro de Unión de Exiliados Nicaragüenses (UEN), dio a conocer que la marcha azul y blanca evidenciará que Nicaragua no legitima el resultado, ya que no serán elecciones creíbles.
“No habrá elecciones sino la decisión de un gobierno volviéndose a reelegir, eso es como un congreso más que elecciones donde un partido político cede lugares, cede puestos a partidos zancudos que se están prestando a un fraude electoral, y donde ellos se acomodan para poder seguir atornillados al poder”, manifestó el opositor.
Del mismo modo, enfatizó que todas las acciones del dictador Ortega, están oprimiendo a la población nicaragüense, “la crisis política, económica, todo lo que están sufriendo los nicaragüenses con el precio de la canasta básica, con el precio del tanque de gas hoy en día… está oprimiendo sus derechos”, indicó Guevara.
Asimismo, el líder nicaragüense invita “a todas las personas que se sumen de manera física o virtual” en la marcha. Los exiliados nicas se manifestarán el próximo 7 de noviembre a partir de las 9 de la mañana desde el Parque la Merced hacia la Plaza de la Democracia en San José, Costa Rica.
En la misma línea, Nemesio Mejía del Movimiento Campesino explicó que con la marcha están provocando que se tenga “una concentración de verdad en San José para el 7 de noviembre mientras en Nicaragua se celebran unas elecciones o votaciones a la medida de la tiranía Ortega-Murillo.
Además, subrayó que están “luchando para que no se reconozca el proceso electoral” ya que, “sabemos quién es el ganador y no podemos prestarnos a legitimar a un gobierno que prácticamente es ilegítimo” dijo.
Vale destacar que, a inicios de octubre la Unidad Nacional Azul y Blanco, hizo un llamado a los nicaragüenses a quedarse en casa y no participar del fraude electoral.
Mientras tanto, el 20 de septiembre, familiares de al menos 150 presos políticos llamaron a un “paro electoral”, como una muestra de rechazo a los comicios del 7 de noviembre próximo.
