En un desarrollo sorprendente, el exgeneral venezolano Cliver Alcalá se declaró culpable de los cargos presentados por la justicia estadounidense por su presunta colaboración con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc). Según registros judiciales revelados el viernes, Alcalá admitió haber brindado apoyo material a las Farc y haber participado en la transferencia ilícita de armas de fuego.
Cliver Alcalá, quien se presentaba como parte de un complot para derrocar al presidente Nicolás Maduro, iba a enfrentar un juicio en un tribunal federal de Manhattan a partir del 10 de julio. Los cargos en su contra incluían conspiración con el grupo armado colombiano para enviar cocaína a Estados Unidos, en colaboración con otros altos funcionarios del gobierno venezolano, incluido el propio Maduro.
Aunque inicialmente se había declarado inocente después de entregarse a las autoridades estadounidenses en Colombia en 2020, Alcalá cambió de postura recientemente y aceptó un acuerdo de culpabilidad ampliamente negociado. Sin embargo, es importante destacar que este acuerdo no incluye cargos relacionados con narcóticos, según el comunicado emitido por su equipo de defensa.
Las Farc fueron consideradas por Estados Unidos como un grupo terrorista, antes de su disolución en 2016 como parte de un histórico acuerdo de paz. Los abogados de Alcalá argumentan que su apoyo a las Farc se debió a la política exterior del gobierno civil de Venezuela en ese momento.
Cliver Alcalá se retiró del ejército venezolano en 2013 y se convirtió en un crítico acérrimo de Maduro, siendo señalado por Washington por corrupción, violaciones de derechos humanos y fraude electoral. En documentos judiciales anteriores, Alcalá afirmó haber mantenido varias reuniones con la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos entre 2017 y 2020, donde se discutió una posible revuelta para derrocar a Maduro. Sus abogados sostienen que su participación en este complot excluye la posibilidad de que haya conspirado con Maduro para el tráfico de cocaína.
Como era de esperar, Maduro ha rechazado las críticas de Estados Unidos hacia su gobierno, calificándolas de un complot para derrocarlo y apropiarse de las ricas reservas de petróleo del país, miembro de la OPEP.
El caso de Cliver Alcalá y su declaración de culpabilidad arrojan una nueva luz sobre la compleja situación política y judicial en Venezuela. Además, plantea interrogantes sobre la relación entre altos funcionarios del gobierno venezolano y grupos armados como las Farc, así como sobre la cooperación con agencias de inteligencia extranjeras. A medida que el juicio avance, se espera que más detalles salgan a la luz y se arrojen mayores revelaciones sobre esta trama.
