Estados Unidos se encuentra en una situación económica delicada que podría llevarlo a la bancarrota. El país no ha logrado aumentar su techo de gasto y, si no lo hace antes del 1 de junio, se verá obligado a declararse en quiebra. Esta es la primera vez en la historia del país que enfrenta una situación como esta.
El techo de gasto es el límite máximo que el Estado puede pedir prestado y, en el caso de Estados Unidos, lo utilizó todo el 19 de enero. Desde entonces, el Tesoro de Estados Unidos ha estado utilizando «medidas extraordinarias» para seguir gastando. Sin embargo, estas medidas terminan el 1 de junio.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se ha reunido con miembros del Congreso en un intento por llegar a un acuerdo y evitar la bancarrota del país. Sin embargo, no se ha logrado ningún acuerdo hasta ahora y se ha convocado otra reunión de urgencia para este viernes.
La polarización extrema en el Congreso está dificultando la negociación y hay un choque de trenes entre demócratas y republicanos. Además, la porción radical de los republicanos, cuyo objetivo es que le vaya mal a Biden pase lo que pase, podría estar dispuesta a dejar que ocurra la quiebra. Esto está teniendo consecuencias en los mercados, ya que el oro está en niveles máximos y el coste para las empresas en protección contra quiebras (CDS) se ha disparado.
Federico Steinberg, investigador principal del Real Instituto Elcano, explica que la economía americana va muy bien y Estados Unidos es perfectamente capaz de pagar sus deudas y endeudarse muchísimo más. El problema es político y la polarización extrema en el Congreso hace que la negociación sea complicada.
En cuanto a Ryanair, la compañía aérea ha encargado un total de 300 nuevos aviones Boeing 737-MAX-10, lo que indica que está en una senda de crecimiento. La seña de identidad de ‘low-cost’ de Ryanair se va apagando, ya que todas las compañías están tendiendo a subir los precios. Además, la compañía ha tenido una batalla con sus trabajadores, pero ya tiene convenio colectivo firmado con los pilotos y espera firmar este año el primer convenio colectivo de tripulantes de cabina junto con CC.OO. Por lo tanto, no esperan tener ningún tipo de problemáticas este verano.