Seis ciudades en Florida se preparan para protestas y cierres de empresas en respuesta a la promulgación de una nueva y estricta ley de inmigración por parte del gobernador Ron DeSantis. Esta controvertida ley, considerada una de las más restrictivas del país, ha generado fuertes críticas y preocupación entre los defensores de los derechos de los inmigrantes.
La ley, que entrará en vigor el 1 de julio, impone requisitos más estrictos para el empleo y permite auditorías aleatorias a empresas sospechosas de contratar trabajadores indocumentados. También establece sanciones penales más severas para el contrabando de personas y exige que las empresas con 25 o más empleados utilicen el sistema federal E-Verify para verificar el estado migratorio de los nuevos trabajadores.
Estas medidas han sido recibidas con indignación por parte de la comunidad inmigrante y sus defensores, quienes argumentan que la ley fomentará la discriminación y el abuso policial contra los latinos. Además, temen que dificulte el acceso a servicios básicos, como la atención médica, y genere confusión y perfiles discriminatorios en un estado diverso como Florida.
Empresas locales en todo el estado, desde restaurantes hasta empresas de construcción, han decidido unirse a las protestas cerrando sus puertas el día jueves. Estos cierres simbólicos buscan mostrar solidaridad con la fuerza laboral inmigrante y expresar su descontento con la nueva legislación.
Las protestas en Florida forman parte de un esfuerzo nacional liderado por organizaciones latinas que buscan una reforma migratoria integral por parte del Congreso. La ley de inmigración de Florida ha generado un debate acalorado sobre las políticas migratorias y el trato a los inmigrantes en el estado, en un momento en que el gobernador DeSantis también ha anunciado su candidatura a la nominación presidencial del partido Republicano.
La respuesta de la comunidad inmigrante y de las empresas que cierran en señal de protesta refleja la preocupación por los derechos y la dignidad de los inmigrantes en Florida. A medida que las tensiones aumentan, queda por ver cómo se desarrollarán las próximas acciones y si esto generará un impulso hacia una reforma migratoria más justa y compasiva en el país.