El encuentro entre el Papa Francisco y el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, en el Vaticano ha puesto de relieve no solo la preocupación por la falta de cumplimiento de la petición de liberar a los presos políticos en Cuba, sino también la situación similar que se vive en Nicaragua.
En Nicaragua, el hostigamiento hacia sacerdotes y fieles también ha sido objeto de preocupación. El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) ha señalado que el 68% de los creyentes considera que la Oficina de Asuntos Religiosos de Cuba reprime sus derechos. Esta situación se asemeja a lo que ocurre en Nicaragua, donde se ha registrado una represión sistemática hacia la Iglesia Católica y sus miembros.
El director de Estrategias del OCDH advierte que el encuentro entre el Papa y Díaz-Canel será evaluado en función de los resultados concretos, como la liberación de los presos políticos y el cese de la represión, incluyendo el abuso contra las libertades religiosas. En Nicaragua, el régimen del presidente Daniel Ortega mantiene en una celda de castigo al obispo Rolando Álvarez y persigue con saña a la Iglesia Católica.

La sociedad civil en ambos países espera que se tomen acciones inmediatas y concretas para abordar la represión, garantizar las libertades religiosas y permitir que las iglesias puedan ayudar a los ciudadanos afectados por la difícil situación económica. De lo contrario, este encuentro entre el Papa y Díaz-Canel podría ser considerado una oportunidad fallida y un hecho que será instrumentalizado por los regímenes cubano y nicaragüense para mejorar su imagen internacional e interna.
En conclusión, la falta de cumplimiento de la petición de liberar a los presos políticos en Cuba ha puesto de manifiesto no solo la situación en ese país, sino también la represión y el hostigamiento que se vive en Nicaragua. La sociedad civil espera acciones concretas y resultados inmediatos para abordar estas problemáticas y garantizar los derechos humanos y las libertades fundamentales en ambas naciones.