La invasión rusa en Ucrania cumple su primer aniversario y, a pesar de los esfuerzos diplomáticos, la situación sigue siendo tensa y sin solución a la vista. Mientras Ucrania espera recibir cazas donados por Occidente, el Kremlin asegura que su ofensiva no va a parar hasta completar la «desnazificación» del país.
El ministro de Defensa ucraniano, Oleksei Reznikov, ha afirmado que las fuerzas ucranianas recibirán aviones de combate de «dos o tres tipos» en algún momento por parte de sus aliados, aunque no se han dado plazos concretos para ello. Reznikov ha comparado esta situación con la de los tanques: «en la coalición para el envío de tanques, el principal tanque fue el Leopard de Alemania, pero también tenemos Challenger, Abrams, y otros más ligeros que han llegado de Francia».
Sin embargo, Rusia no tiene planes de frenar su «operación militar especial» en Ucrania, según ha asegurado su Ministerio de Exteriores. En un comunicado, Exteriores ha afirmado que la invasión se prolongará hasta que se complete la «desnazificación» del país. El texto recoge los acontecimientos sucedidos en Ucrania desde los enfrentamientos del Euromaidán en 2014, la posterior anexión rusa de Crimea y las disputas posteriores entre Kiev y Moscú.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha descartado la posibilidad de negociar con el «dictador Vladimir Putin» y ha señalado que Ucrania está preparada para llevar a los responsables ante la Justicia por sus crímenes de guerra en una especie de juicios de Nuremberg.
La situación se complica aún más con el enigma del supuesto sabotaje en la región rusa de Briansk que ha dejado dos muertos. ¿Ataque ucraniano o de falsa bandera? Las autoridades rusas no han dado más detalles al respecto.
En definitiva, la situación en Ucrania sigue siendo incierta y preocupante. Mientras Ucrania espera la ayuda de sus aliados en forma de cazas, Rusia asegura que su ofensiva no se detendrá hasta lograr sus objetivos. La comunidad internacional sigue buscando una solución diplomática para evitar una escalada del conflicto, pero la vía parece cada vez más complicada en un escenario marcado por la falta de confianza y la ausencia de diálogo.