En una sorprendente vuelta de los acontecimientos históricos, Amelia Coronel Kinlonch, nieta de José Coronel Urtecho, el primer alumno jesuita en Nicaragua, está en el centro de una polémica por despojar a la Compañía de Jesús de sus bienes bajo la figura jurídica de la institución. Este giro inesperado ha sacudido a la sociedad nicaragüense y ha generado un profundo debate en torno a la relación entre la historia familiar y las decisiones políticas actuales.
José Coronel Urtecho, hace más de un siglo, marcó el inicio del legado educativo de los jesuitas en Nicaragua como el primer estudiante del Colegio Centroamérica del Sagrado Corazón de Jesús, que hoy conocemos como Colegio Centroamérica. Paradójicamente, su nieta, Amelia Coronel Kinlonch, actual Ministra de Gobernación, es quien ha llevado a cabo la cancelación de la personería jurídica de la Asociación Compañía de Jesús de Nicaragua, además de ordenar la transferencia de sus bienes al Estado.
La figura de María Amelia Coronel ha suscitado reacciones encontradas en la opinión pública. Mientras algunos defienden su posición y acciones como parte de su rol en el gobierno, otros la critican duramente por lo que consideran un acto de traición a la herencia familiar y al legado de los jesuitas en Nicaragua. Las instituciones afectadas incluyen el Colegio Loyola y Centroamérica, fundados en terrenos donados por la bisabuela de Amelia Coronel.
En un contexto político ya tenso, la decisión de despojar a los jesuitas de sus bienes ha generado preocupaciones sobre la autonomía y la libertad de la educación en Nicaragua. Organizaciones de la sociedad civil, como la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN), han condenado enérgicamente la cancelación de la personería jurídica de la Compañía de Jesús, considerándola un capítulo más de la confrontación entre el gobierno de Daniel Ortega y las instituciones religiosas.
La historia de la familia Coronel, entrelazada con el legado jesuita, ha resurgido de manera inesperada en el panorama político nicaragüense. La Ministra María Amelia Coronel, como ejecutora de estas decisiones controvertidas, se ha convertido en un símbolo de la complejidad de las lealtades familiares y los desafíos éticos en la esfera pública. Mientras el país observa el desenlace de este episodio, el debate sobre la relación entre la historia, la política y la identidad nacional sigue siendo una cuestión candente en Nicaragua.
Este artículo analiza el conflicto generado por la nieta del primer alumno jesuita en Nicaragua, quien está en el centro de una controversia por despojar a la Compañía de Jesús de sus bienes. La Ministra de Gobernación, Amelia Coronel Kinlonch, ha tomado decisiones que han generado polarización en la sociedad nicaragüense y han reavivado el debate sobre la historia, la política y la identidad.