Después de cumplir varias agendas en otras diócesis del país, la imagen de la virgen peregrina de Fátima hace un recorrido diocesano por los centros de estudios católicos del departamento de Boaco. Este miércoles la imagen fue recibida en el colegio San Francisco de Asís de Camoapa, procedente del municipio de Santa Lucía.
En el centro de estudios, dirigido por la parroquia San Francisco, fue oficiada una misa que contó con la asistencia de la comunidad educativa y estuvo a cargo del padre Mario Zambrana, párroco de la iglesia San Marcos de la ciudad de Boaco.
Jornada marcada por las medidas sanitarias
Conscientes de las limitaciones impuestas por la pandemia, la visita de la imagen de la virgen tuvo una duración de 24 horas para permitir que cada grado escolar pudiera desarrollar sus propias actividades devocionales sin provocar aglomeraciones innecesarias. Desde las nueve de la noche del miércoles la imagen permaneció expuesta en el colegio para que padres y madres de familia, junto a docentes, participaran en una vigilia.
Modelo para la juventud
El padre Mario Zambrana habló sobre el significado de la virgen y refirió que “pastoralmente María es un modelo para la juventud, litúrgicamente hay una cercanía, pero puedo destacar que los jóvenes deben seguir ese modelo, con el rezo del rosario”.
Pese a las restricciones y medidas sanitarias adoptadas, la celebración eucarística contó con la participación de la comunidad estudiantil.
Yaser Obando es uno de los custodios que acompaña el peregrinaje de la imagen en las diócesis de Nicaragua y sostiene que la pandemia no ha impedido las múltiples expresiones de devoción del pueblo mariano. “Donde quiera que vaya va un mar de gente que llega a ver a la virgen siempre, esa es una clara muestra que Nicaragua es un pueblo mariano, un pueblo cristiano, y la devoción a nuestra madre santísima que a pesar de la pandemia que hemos estado apagados esa llama de amor hacia maría no se apaga”, enfatizó Obando.
La imagen peregrina de la virgen de Fátima se encuentra en Nicaragua, gracias a la gestión realizada por el obispo de Jinotega, Monseñor Carlos Enrique Herrera Gutiérrez ante la arquidiócesis de Portugal, desde donde emprendió su viaje hasta la tierra de lagos y volcanes en Centroamérica.
