La Habana, 15 de septiembre de 2023 – La Cumbre del G-77 en La Habana se convirtió en un escenario político de alto calibre cuando el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, pronunció un discurso enérgico, reafirmando la posición de su país de no permitir interferencias externas en sus asuntos internos. En un llamado claro a la Unión Europea y Estados Unidos, Ortega instó a que «dejen en paz» a Nicaragua, marcando el tono de la cumbre que busca recuperar el espíritu de los No Alineados.
El líder sandinista enfatizó la política de no intervención de Nicaragua en asuntos de otras naciones y subrayó: «Nosotros por principio no nos metemos en las situaciones que se presentan en naciones hermanas». Al recordar la historia de su país, señaló: «Se cumplen hoy 202 años de la independencia de América Central y no habían pasado ni ocho años cuando los imperialistas yanquis estaban invadiendo Nicaragua».
Ortega identificó a Nicaragua, junto con Cuba y Venezuela, como objetivos de los gobiernos estadounidenses y de la Unión Europea, advirtiendo que no toleraría intromisiones. «Déjennos en paz, hay que decirle a las potencias que nos dejen en paz y ya van a ver cómo vamos a ir haciendo realidad lo que estamos anunciando (…). El modelo socialista es infinitamente justo con su pueblo y con los pueblos del mundo», afirmó.
El presidente nicaragüense también abordó el bloqueo impuesto por Estados Unidos y su impacto en el pueblo cubano, rindiendo homenaje al comandante Fidel Castro. La cumbre del G-77, respaldada por las Naciones Unidas, se convirtió en un escenario donde varios líderes latinoamericanos expresaron su preocupación por las crecientes desigualdades globales y la necesidad de reformar el sistema financiero internacional.
Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, exhortó al G-77 y a China a elevar su voz, mientras que Alberto Fernández, presidente argentino, analizó el cambio en la dinámica global con la emergencia de potencias como China e India. Fernández también destacó la creciente relevancia de los BRICS en la arena internacional.
La Cumbre del G-77 en La Habana se presenta como un foro donde los líderes del sur global buscan consolidar su influencia y cuestionar la hegemonía de las potencias occidentales en la toma de decisiones mundiales. El llamado de Daniel Ortega a salvaguardar la soberanía de Nicaragua refleja la firmeza de la posición de estos países frente a la interferencia extranjera en sus asuntos internos.