La Cumbre Iberoamericana busca soluciones para reducir el hambre, mejorar el financiamiento y controlar la migración
La Cumbre Iberoamericana, celebrada en Santo Domingo, concluyó con un compromiso de 22 países miembros para reducir el hambre y mejorar las condiciones de financiamiento en bloque, así como trabajar por una migración más controlada y una solución integral para Haití.
La Declaración de Santo Domingo establece la necesidad de una «ruta crítica para alcanzar una seguridad alimentaria incluyente y sostenible en Iberoamérica». Actualmente, se estima que 60 millones de personas en la región tienen problemas de seguridad alimentaria, y un tercio de los alimentos producidos en la región se desperdician debido a problemas en las cadenas de distribución, almacenamiento y comercialización.
En rueda de prensa, el secretario general iberoamericano, Andrés Allamand, explicó que la cumbre tiene como objetivo generar una situación de «hambre cero». Sin embargo, esto es un gran desafío en una región con proyecciones de crecimiento menores al 2% para este año y la dieta saludable más cara del mundo, que cuesta $3.89 dólares diarios por persona, lo que es inaccesible para el 22.5% de la población, según las Naciones Unidas.

El acceso a una dieta saludable debe ser un derecho y no un privilegio, dijo el presidente boliviano, Luis Arce, quien resaltó el impacto del cambio climático sobre la producción de alimentos. Los países participantes firmaron cartas con compromisos para luchar contra este fenómeno y cuidar el medio ambiente.
Para reducir el hambre, los mandatarios coincidieron en que es necesario mejorar el acceso al financiamiento para los países y obtener mejores condiciones. El presidente anfitrión, Luis Abinader, aseguró en conferencia de prensa que «los países de Iberoamérica van a trabajar como un solo bloque» para negociar con organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.
Asistimos a un escenario internacional caracterizado por elevados e insostenibles niveles de endeudamiento que condicionan el crecimiento, expresó el presidente argentino, Alberto Fernández, en el debate en la plenaria. La propia Argentina acordó en enero de 2022 la refinanciación de una deuda por $44,000 millones de dólares con el FMI, lo que obligó a recortar gastos. Ecuador, que asume la presidencia pro tempore y organizará la próxima cumbre el 29 de noviembre de 2024 en Quito, se comprometió a estudiar la «viabilidad» de planteamientos para reformas del sistema financiero.
La cumbre también abordó la necesidad de una migración más controlada y de una solución integral para Haití. Los países miembros manifestaron su «profunda preocupación» por la situación en Haití y expresaron su total solidaridad con el país caribeño. El secretario general iberoamericano anunció que la cumbre generó la idea de organizar una conferencia sobre inmigración en el tercer trimestre de este año.
La carta ambiental alerta sobre «los desafíos globales del cambio climático», y destaca la necesidad de una transición justa hacia una economía sostenible y una gestión responsable de los recursos naturales. Los líderes de los países iberoamericanos reconocieron la importancia de tomar medidas concretas para mitigar y adaptarse a los efectos del cambio climático, y promover una cooperación regional para alcanzar objetivos ambiciosos en materia de energías renovables y reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
En conclusión, la Cumbre Iberoamericana de Santo Domingo reafirmó la importancia de trabajar juntos para abordar los desafíos que enfrenta la región. Los líderes se comprometieron a tomar medidas concretas para reducir el hambre, mejorar el acceso al financiamiento y controlar la migración, y destacaron la necesidad de una gestión responsable de los recursos naturales y una transición justa hacia una economía sostenible. La solidaridad con Haití también fue un tema destacado, y se anunció la organización de una conferencia sobre inmigración para abordar los desafíos migratorios en la región. En resumen, la Cumbre Iberoamericana fue una oportunidad para fortalecer la cooperación y la integración regional en beneficio de todos los ciudadanos de la región.