La creación de una moneda única por parte de los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) es un proyecto que se vislumbra a mediano o largo plazo. En este sentido, los países miembros del grupo están buscando expandir el uso de sus monedas nacionales para promover el comercio y los compromisos mutuos.
El sherpa sudafricano del BRICS, Anil Suklai, señaló en una entrevista con la agencia de noticias Tass que los expertos del grupo están trabajando en «profundizar los lazos entre las economías y los mercados financieros» de los países miembros. Si bien la creación de una moneda única forma parte de sus objetivos, este proyecto aún requerirá tiempo para concretarse.
Como parte de sus esfuerzos por avanzar hacia la desdolarización, el BRICS está implementando un acuerdo que establece el uso de las divisas locales (real, rublo, rupia, yuan y rand) en las negociaciones comerciales entre ellos. Esta medida busca reducir la dependencia del dólar estadounidense y fortalecer las relaciones económicas dentro del grupo.
Suklai enfatizó la importancia de utilizar las monedas nacionales en el comercio, las inversiones y otras transacciones entre los países del BRICS. Según él, este enfoque sentaría las bases para la eventual creación de una moneda única del BRICS que podría reemplazar al dólar estadounidense.
El objetivo de utilizar las monedas locales es parte de una estrategia más amplia del BRICS para liderar una «rebelión» contra el dólar estadounidense. Esta iniciativa ha estado en marcha desde hace varias semanas y busca reducir la dependencia de la moneda estadounidense en el comercio internacional.
El BRICS es una de las organizaciones de cooperación política-económica más importantes del mundo, con una influencia creciente. Los países que conforman este grupo ya superan al G7 en términos de Producto Interno Bruto (PIB). Por lo tanto, cualquier cambio en sus políticas monetarias y comerciales puede tener un impacto significativo en la economía global.
Si bien la creación de una moneda única del BRICS aún está en proceso y llevará tiempo, los avances en el uso de las divisas locales para el comercio entre los países miembros son un primer paso hacia este objetivo. Se espera que en un futuro cercano se produzcan más desarrollos en esta dirección, lo que podría tener implicaciones importantes en el sistema financiero internacional y en las relaciones económicas globales.