Joe Biden planea presentarse a la reelección como presidente de Estados Unidos en 2024, según han informado varios medios estadounidenses, encabezados por The Washington Post. Además, se espera que la semana próxima lance oficialmente su campaña, aprovechando el cuarto aniversario del lanzamiento de su primera campaña en 2020.
Biden no espera contar con rivales de peso que le hagan sombra en las primarias del Partido Demócrata. Además, el Partido ha redibujado el calendario de primarias a medida de los deseos de Biden, dando prioridad a Carolina del Sur, el primer lugar donde ganó en 2020 tras sus derrotas en Iowa y New Hampshire frente a otros candidatos del partido.
Aunque la popularidad de Biden en las encuestas es baja, no se vislumbra una alternativa mejor dentro de los demócratas. Y a fin de cuentas, Biden lleva medio siglo ganando elecciones, incluso las legislativas de noviembre pasado que se saldaron con el mejor resultado en 20 años para el partido que ocupa la Casa Blanca.
Biden puede tratar de concentrarse en vender su gestión mientras los potenciales rivales republicanos gastan energías en atacarse entre ellos. En caso de ganar en noviembre de 2024, Biden asumiría un segundo mandato con 82 años y lo terminaría con 86. Ya es el primer presidente octogenario de Estados Unidos.
No obstante, su avanzada edad ya surgió como asunto destacado en la campaña de 2020. En diciembre se filtró que en la cena en la Casa Blanca con motivo de la visita de Estado del presidente de Francia, Emmanuel Macron, los dos presidentes y las primeras damas brindaron por la campaña de 2024. Biden, abstemio, levantó su vaso con Coca-Cola.
En resumen, Joe Biden ha dejado claro su intención de presentarse a la reelección en 2024, y se espera que lance oficialmente su campaña la semana próxima. Aunque su popularidad en las encuestas no es alta, no se vislumbra una alternativa mejor dentro de los demócratas y el Partido ha adaptado el calendario de primarias a sus deseos. Si gana las elecciones de 2024, Biden asumiría un segundo mandato con 82 años, convirtiéndose en el primer presidente octogenario de Estados Unidos.
