
Por Emiliano Chamorro Mendieta
“Si la oposición gana en Nicaragua, dejarían a la Corte y la Fiscal Sandinista. Digo, por aquello del balance de fuerzas».
Esta fue la respuesta, en tono sarcástico, que emitió el presidente de El Salvador Nayib Bukele para los nicaragüenses que lo han criticado por la destitución de más de cuatros magistrados opositores de la Corte Suprema de Justicia, los cuales son señalados en el país centroamericanos como «corruptos».
Bukele ha sido fuertemente criticado en los últimos días, por tal acción. La Asamblea Legislativa, dominada ahora por el oficialismo, aprobó la destitución de los funcionarios. En Nicaragua y otros países llovieron críticas, específicamente desde la acera “opositora”, alegando la destitución como un golpe a la democracia y los “primeros pasos de una dictadura”.
El presidente salvadoreño también se refirió a la situación de Honduras y Venezuela.

La destitución de los magistrados, ejecutada el pasado sábado, fue condenada por la Organización de Estados Americanos (OEA), y Estados Unidos advirtió que decisiones como esas ponen en riesgo las relaciones comerciales con El Salvador.
El mandatario se ha defendido con el lema “hay que limpiar la casa”, refiriéndose a que todos los funcionarios considerados “corruptos” deben ser destituidos de sus importante cargos públicos.
Elemental mi querido Watson..limpiar la casa es la primera acción para dedicarse a otros menesteres