Amnistía Internacional (AI) advirtió este viernes, en el marco de la conmemoración del Día Internacional en Apoyo a las Víctimas de la Tortura, que el régimen de Daniel Ortega, ha «intensificado su táctica de represión» en medio de la crisis política que vive Nicaragua desde el estallido de las protestas sociales de abril de 2018.
«Las autoridades han intensificado su táctica represiva con una nueva oleada de arrestos en el periodo previo a las elecciones (de noviembre pasado) y, desde el 28 de mayo de 2021 han detenido a más de 30 personas sólo por ejercer sus derechos humanos», señaló AI en un informe publicado hoy.
Tras recordar el inicio de las protestas sociales hace más de 4 años, el organismo señala que «El Gobierno de Ortega respondió con una oleada de represión y medidas sin precedentes, que continúa hasta hoy, contra las personas disidentes».
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Según el informe del organismo defensor de los derechos humanos, desde entonces, más de 100.000 nicaragüenses «han huido del país», mientras decenas de activistas, defensores y defensoras de los derechos humanos, así como periodistas, «han sido amenazados, encarcelados, torturados y, en algunos casos, han desaparecido».
«Las personas que defendían los derechos humanos eran criminalizadas y detenidas de forma arbitraria, y algunas permanecían recluidas al finalizar el año», anotó.
Las protestas sociales que iniciaron en abril del 2018, a raíz de unas cuestionadas reformas al Seguro Social anunciadas por el régimen , fueron calificadas como “un intento de golpe de Estado” y seguidamente reprimidas a sangre y fuego con saldo de por lo menos 355 muertos, según datos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). La dictadura Ortega-Murillo solo reconoce 200 víctimas mortales en las que incluye más de 20 agentes policiales.
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La escalada represiva de la dictadura ha apuntado a la oposición política, a organismos defensores de derechos humanos, al periodismo y la Iglesia Católica.
Hasta la fecha permanecen en las cárceles del régimen, al menos 182 reps de conciencia, según la más reciente actualización del Mecanismo para el Reconocimiento de las Personas Presas Políticas, todos condiciones carcelarias inhumanas degradantes y bajo tortura y aislamientos prolongados, según han denunciados sus familiares.
