La OTAN ha anunciado un ejercicio sin precedentes en su historia: las mayores maniobras aéreas denominadas «Air Defender». Con la participación de más de 10.000 soldados y 250 aviones de los distintos Estados miembros de la Alianza Atlántica, este ejercicio tiene como objetivo mostrar la capacidad de respuesta de la OTAN ante cualquier incidencia y enviar una clara señal a Rusia, en un momento en que Ucrania comienza su contraofensiva contra las tropas rusas en el sureste de su territorio.
Durante los 10 días de duración de las maniobras, se suspenderán cerca de 1.000 vuelos comerciales y se movilizarán aviones de combate, drones, helicópteros de ataque y transporte de tropas, aviones de carga y aviones cisterna. Alemania liderará este ejercicio, en el que también participarán dos naciones no miembros de la OTAN, Suecia y Japón.
El general Ingo Gerhartz, jefe de la Fuerza Aérea alemana, ha afirmado que estas maniobras no están dirigidas contra nadie en particular, sino que buscan demostrar la capacidad defensiva de la alianza. Sin embargo, la embajadora estadounidense en Berlín, Amy Gutmann, ha dejado claro que estos ejercicios envían un mensaje contundente a líderes mundiales, incluyendo a Putin, sobre la fuerza de la alianza.
Estas maniobras también reflejan el cambio en la postura de Alemania en materia de defensa desde la agresión rusa a Ucrania. Alemania ha prometido un cambio radical en su capacidad de defensa y ha destinado un fondo de 100.000 millones de euros en tres años para fortalecer a sus Fuerzas Armadas. Además, busca cambiar su papel en la defensa de Europa, mostrando su preparación ante cualquier contingencia militar y su capacidad para liderar ejercicios complejos y masivos.
La presencia militar de la OTAN en el flanco oriental de Europa se afianza con estas maniobras, evidenciando que Estados Unidos está volviendo al continente y que la alianza es capaz de movilizar rápidamente cientos de aviones de combate. Aunque la OTAN no tiene planes de realizar estos ejercicios anualmente, se espera que no sean los últimos de esta envergadura.
Si bien estas maniobras alterarán los planes de vuelo de cientos de miles de personas, la OTAN asegura que se han planificado de manera que cause la menor perturbación posible y que muchos de los vuelos se llevarán a cabo en zonas del espacio aéreo que normalmente no son utilizadas por los vuelos comerciales.
Con estas maniobras, la OTAN busca demostrar su determinación y capacidad para defender a sus Estados miembros y enviar una advertencia clara a Rusia en medio de la tensión en Ucrania. El mensaje es claro: la alianza está lista para actuar y proteger la estabilidad en la región.
