Las acciones de los bancos europeos han caído en las primeras operaciones del lunes tras el histórico rescate de Credit Suisse por parte de UBS. Este rescate ha generado enormes pérdidas para los tenedores de bonos y ha arrastrado a las bolsas a operar con pérdidas.
Mientras tanto, los bancos centrales mundiales han intensificado sus esfuerzos para reforzar el flujo de efectivo en todo el mundo y evitar el tipo de incautación que se produjo en 2008. UBS acordó el domingo pagar 3.000 millones de francos suizos (3.230 millones de dólares) por Credit Suisse, de 167 años de antigüedad, y asumir hasta 5.400 millones de dólares en pérdidas.
Ante el riesgo de una rápida pérdida de confianza en la estabilidad del sistema financiero, una serie de bancos centrales acordó el domingo reforzar el flujo de efectivo en todo el mundo.
Un índice de valores bancarios regionales cayó hasta un 6% en las primeras operaciones del lunes, alcanzando su nivel más bajo desde noviembre. El índice se ha desplomado alrededor de un 19% este mes, después de que la reciente quiebra de varios bancos regionales estadounidenses provocara una mayor venta masiva de acciones bancarias.
Barclays recortó el lunes su opinión sobre los bancos europeos a «neutral» desde «positiva», citando el probable aumento del escrutinio regulador tras el colapso de Silicon Valley Bank y el acuerdo de UBS para comprar Credit Suisse.
Las acciones de Standard Chartered pasaban las primeras operaciones cerca de la parte baja del índice FTSE 350, junto con Natwest y Barclays, todas ellas con descensos de entre el 4,2% y el 5,2%.
Los mercados financieros recibieron con escepticismo este lunes la compra de Credit Suisse por su rival UBS, una operación de rescate orquestada por las autoridades suizas ante el temor de una desestabilización del sistema bancario global.
En resumen, la compra de Credit Suisse por parte de UBS ha generado pérdidas para los tenedores de bonos y ha arrastrado a las bolsas a operar con pérdidas. Los bancos centrales mundiales han intensificado sus esfuerzos para reforzar el flujo de efectivo en todo el mundo y evitar el tipo de incautación que se produjo en 2008. Un índice de valores bancarios regionales cayó hasta un 6% en las primeras operaciones del lunes, y Barclays recortó su opinión sobre los bancos europeos.