El dictador Daniel Ortega sacó la casta la noche del lunes 8 de noviembre. Mientras festejaba el fraude electoral llamó “hijos de perras” a los presos políticos, recordando que el dictador Somoza también lo era y pidió a Estados Unidos que «se los lleve».
Para la abogada y experta en corrupción, Martha Patricia Molina, el dictador Ortega “amenazó” teóricamente a los reos de conciencia de “cercenarles el derecho a su nacionalidad” lo que se conoce como “destierro”.
“Es algo típico, no es la primera vez que el dictador vulnera este derecho”, expresó Molina a Portavoz Ciudadano, y recordó que «ningún nacional puede ser privado de su nacionalidad”, de acuerdo a la Constitución Política.
El artículo 15 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que a nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cambiar de nacionalidad.

La experta no descarta que el régimen cree una ley para retirar la ciudadanía a los presos políticos y de esa manera materializar la amenaza de su discurso.
“Hay que hacer un llamado urgente a la Comunidad Internacional para que se pronuncie al respecto y que le informe cuales serían las repercusiones si su palabrería se oficializa”, concluyó Martha Patricia, quien actualmente se encuentra en el exilio.